Al estar en el lugar de otra persona, podemos tener la oportunidad de obtener una comprensión más profunda o más significativa de lo que esa persona pudo haber vivido y experimentado. Esta capacidad nos permite sensibilizarnos a las necesidades de los demás. Así es como el camino hacia una plena inclusión se ilumina principalmente a través de la empatía.
Como cualquier otra habilidad humana, la empatía puede desarrollarse y, después, perfeccionarse continuamente. Si bien la empatía es una habilidad que todos poseemos, los estudios sugieren que puede mejorarse o disminuirse, lo que es una gran noticia, ¡todos podemos aprender a ser empáticos!
Aunque por sí sola la empatía no es suficiente, sí es un buen punto de partida en el viaje hacia la inclusión; es un buen primer paso para sensibilizar a las personas sobre las luchas que otros a su alrededor pueden estar enfrentando.
De manera individual, te propongo dos maneras en que podemos empezar a desarrollar la empatía y, de esta manera, ser cada vez más inclusivos:
Debemos tener cuidado de no detenernos solo en la empatía. La verdadera inclusión ocurre cuando vamos más allá de la empatía y extendemos la alianza a la complicidad, donde TODOS participamos activamente en el desmantelamiento de estructuras opresivas y discriminatorias.
Como cualquier otra habilidad humana, la empatía puede desarrollarse y, después, perfeccionarse continuamente. Si bien la empatía es una habilidad que todos poseemos, los estudios sugieren que puede mejorarse o disminuirse, lo que es una gran noticia, ¡todos podemos aprender a ser empáticos!
Aunque por sí sola la empatía no es suficiente, sí es un buen punto de partida en el viaje hacia la inclusión; es un buen primer paso para sensibilizar a las personas sobre las luchas que otros a su alrededor pueden estar enfrentando.
De manera individual, te propongo dos maneras en que podemos empezar a desarrollar la empatía y, de esta manera, ser cada vez más inclusivos:
- Abrete y respeta los puntos de vista de los otros, aunque éstos no se alineen con los tuyos: vivir como personas empáticas requiere escuchar a los demás, mantener la mente abierta y respetar sus perspectivas, incluso cuando sean diferentes a las nuestras. El objetivo es aprender juntos y estar dispuesto a buscar el beneficio mutuo.
- Reconoce tus propios prejuicios y evita invertir en estereotipos: cada individuo tiene un conjunto de sesgos y creencias preconcebidas basadas en sus propias experiencias. Es importante abordar esos sesgos y no dejarse llevar por los estereotipos. Educarnos a nosotros mismos, cuestionarios y replantearnos son formas en que podemos alejarnos de los estereotipos.
Debemos tener cuidado de no detenernos solo en la empatía. La verdadera inclusión ocurre cuando vamos más allá de la empatía y extendemos la alianza a la complicidad, donde TODOS participamos activamente en el desmantelamiento de estructuras opresivas y discriminatorias.
El logro de una plena inclusión requiere de un viaje de mil millas donde la empatía es sólo el primer paso.